Ésta rama del arte se particularizaba por la técnica de óleo sobre lienzo, y al igual que la literatura, los artistas buscaban evadir la realidad al inmortalizar a héroes y personajes mitológicos de Grecia y el antiguo Egipto, creando fantasía, y contando historias mediante sus obras. A esta corriente artística se la conoce como “pintura Pre Rafaelista o Victoriana”, ya que a la reina Victoria le sucedió en el trono el rey Rafael.
Un arte meramente romántico protagonizado por magos y hechiceros, héroes legendarios, personajes del Imperio Romano, de Grecia y del antiguo Egipto. A pesar de ello, la dura crítica también ha reconocido, por otro lado, que el gran valor estético de los cuadros prerrafaelistas no tiene parangón. Desde hace pocos años, el arte de los pintores prerrafaelistas ha comenzado a tener mayor difusión en las galerías y museos de Europa y Latinoamérica, gracias al patrocinio realizado por el Reino Unido. A través de sus cuadros se intentan dar mensajes morales y didácticos, entre los que destaca la lucha por el decoro victoriano. En definitiva, este arte es un reflejo de la lucha social que intenta eludir los traumas de la Revolución industrial, y por el que los artistas se sumergen en un mundo idílico y disfrazan la realidad con bellas metáforas. Los artistas se vuelcan en el mundo medieval y clásico, en las ciudades legendarias, en un mundo dominado por la estética femenina y la figura de la mujer, elemento este último que se toma como tema principal de todos sus cuadros. (Taller54, 2004)
Se destacaron pintores como Dante Gabriel Rossetti, Holman Hunt y John E, quienes formaron la hermandad de los Rafaelistas en 1848, resaltando la ingenuidad y sencillez en sus pinturas. También se destacó Edwin Long, Arthur Bridgman, William Bouguereau y Alma Tadema; éste último de origen inglés, fue el más detallista en sus obras y solía representar la vida cotidiana de un victoriano: fiestas, eventos, acontecimientos y tradiciones de otras culturas, en especial la egipcia y romana.
La vida artística del mundo clásico, los coleccionistas, los artistas o la propia vida cotidiana serán las temáticas preferidas por Alma-Tadema para sus composiciones. Tadema envuelve la escena en una luz dorada y nos muestra a los diferentes tipos vestidos a la moda ateniense. El exquisito dibujo y el ambiente creado por el pintor británico resultan muy atractivos a pesar de las críticas recibidas, ya que los especialistas contemporáneos consideraron que Alma-Tadema trasladaba las costumbres victorianas a los escenarios clásicos. (Taller54, 2004)
Los pintores buscaban dar toques de realidad en medio de escenarios fantásticos, retratar paisajes, flora, fauna, diosas, ninfas, hadas, crear mundos nuevos. Se utilizaba muchos elementos como la luz, la sombra, relieves y tonalidades que hacían que sus cuadros pareciesen fotografías, destacando la belleza femenina.
En conclusión, la pintura victoriana evoca la vida, paisajes y realidad de épocas determinantes en la historia de la humanidad, como son, la egipcia y la romana, cuyas costumbres y tradiciones, marcaron un hito en la sociedad. La perfección de las obras victorianas, nos traslada a momentos de la historia, caracterizados por el lujo, y la fastuosidad. Sin embargo, esto era un mero espejismo, porque la realidad de la época victoriana era totalmente diferente. Prevalecía el moralismo, la inequidad, la explotación. Por ende, los artistas plásticos se convirtieron en una especie de redentores ante la triste realidad victoriana. Podían escapar de ella, y al mismo tiempo permitían que el resto de la gente también lo hiciera. De alguna forma, brindaban un poco de esperanza y de claridad ante una sociedad farsante y llena de paradojas.
Referencias
Taller54. (2004). Pintura Victoriana Pre Rafaelistas. Obtenido de http://www.taller54.com/prerafaelistas.htm
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